Desde hace ya algún tiempo se ha vuelto común ver en periódicos, revistas y anuncios unos códigos de barras bastante peculiares.

Esta tecnología busca aprovechar las ventajas que ofrecen los teléfonos inteligentes y las tablets, llegando al punto en el que solo es necesario tomar una foto para llegar a un contenido enriquecedor.

Estos son llamados códigos QR (Quick Response) que significan códigos de respuesta rápida.

Estos códigos QR se caracterizan por tener cuadrados en tres de sus cuatro esquinas mientras que el resto de la imagen es completamente borrosa.

Estos códigos almacenan información que los dispositivos pueden descifrar a través de la cámara, llevándote de forma inmediata a un sitio web o a un archivo.

Solo basta con tomar la foto al código QR para ir en un salto al contenido que contiene.

¿Para qué sirven los códigos QR?

Una de sus principales metas es sustituir a los códigos de barra ya existentes. La estrategia de los códigos QR es almacenar la información acerca de productos, inventarios y más.

No obstante, los teléfonos inteligentes han reorientado la función de los códigos QR, llevándolos a ser un elemento de mayor uso para el consumidor y menos hacia el vendedor.

Lo más común entre los códigos QR es que estos tengan codificado un enlace web que permita ampliar la información mostrada en la plantilla donde se encuentra, mejorando así la experiencia del usuario.

En ocasiones suele suceder también que el código QR redirige al usuario hacia un archivo listo para ser descargado (pdf, video, audio, entre otros).